Hace unas semanas, desde El Transbordador, nos hacíamos eco de las conferencias que iban a tener lugar el 22 de Septiembre en Las Vegas sobre el fenómeno ovni. Un buen puñado de ex pilotos y personalidades que en su día mantuvieron algún tipo de vínculo con el ejército iban a ser los ponentes. Unos ponentes que, como ahora veremos, no se han mordido la lengua y han hablado sin tapujos del fenómeno de los no identificados.

De entre las diferentes peroratas de cada uno de los participantes, cabe destacar la acusación directa que realizó el coronel retirado Charles Halt. El señor Halta asegura que existen agencias ocultas que quieren ocultar todo lo relaciones con los platillos volantes. Y es que, él mismo, aun continúa sin encontrar una explicación coherente a lo que pudo ver en la década de los 80 en la oleada de avistamientos del bosque Rendlesham.

 

Otro ex coronel, Bill Colleman, el cual, fue uno de los responsables del proyecto Libro Azul, se une a la tesis de su colega ya que, tras muchos análisis y estudios, tampoco ha llegado a comprender cuál era el origen del aparato que no puedo seguir con su B-25. 

Sin embargo, de entre los conferenciantes, surgió una voz discordante. No todo iban a ser ataques a las instituciones oficiales en el National Atomic Testing Museum. Me refiero a John Alexander. Este militar retirado aseguraba de manera tajante que, a pesar de que él cree que el fenómeno es real, no ha encontrado evidencias de ocultación por parte de alguna agencia.

 

Para finalizar, y saliéndose un poco de la norma hasta ese momento, Bob Friend, hacía hincapié en que la ciencia debería ser la primera herramienta que se debería utilizar para estudiar a los ovnis.

En mi humilde opinión, he de decir, que coincido con los que piensan de los conocimientos que se tienen sobre el fenómeno ovni no están siendo revelados. No hablo de que hayamos contactado con ellos. Pero los altos mandos de los ejércitos, estoy seguro, saben del gran problema que tienen entre manos con la existencia de estos artilugios. Por eso, precisamente por la envergadura del asunto, no están dispuestos a sacarlo a la luz pública.